Entrevista a Sergio Fritz, en torno a la Literatura Fantástica chilena.

 

Desde Jupiter (1)

EANOTICIAS: ¿quién era Francisco Miralles/ Saint Paul?

Sergio Fritz Roa: Fue uno de sus personajes que parece haber sido tragado por la tierra…La información que poseemos es breve: chileno nacido en Santa Cruz en 1837, ingeniero, amante de las artes (escribió varios artículos al respecto, en especial de pintura), interesado en las ciencias y autor de tres textos extensos (una obra científica, la rarísima novela “Desde Júpiter” y un escrito que no se halla en ninguna parte llamado “Avelina o los secretos de la suerte”).  Sin embargo, en su época parece haber sido bien conocido, de hecho su obra “Desde Júpiter” conoció dos ediciones; estuvo en algunas polémicas literarias, etc. En el Diccionario Biográfico de Chile (1880) se lo señala como un autor notable, mordaz y culto. Ciertas ideas expresadas en su obra principal revelarían, además, no sólo ser un asiduo lector, sino, miembro de una Orden esotérica (dado su laicismo y crítica a la Iglesia, pudo haber pertenecido a la Masonería o quizás a alguna otra hermandad) de temas vinculados al espiritismo y ocultismo. Desde ya, Mesmer y Flammarion se asoman con claridad en “Desde Júpiter”.

EA¿Cuál es la importancia de este texto en la literatura chilena? ¿Qué trae a nuestra historia literaria “Desde Júpiter”?

Sergio Fritz Roa: Desde ya la novedad o el hito de ser la primera novela de ciencia ficción escrita por un chileno. Su obra describe el sistema metro de transporte, los ascensores, la fotografía digital, los viajes interplanetarios, la fotografía en tercera dimensión y hasta “la partícula de Dios”. En este respecto he de remitir al prólogo del libro, elaborado por Rafael Videla Eissmann quien me habló del libro (del cual solo conocía por una referencia en la importante antología de ciencia ficción que hiciera la editorial Puerto de Escape, titulada “Años Luz. Mapa Estelar de la Ciencia Ficción Chilena”) y se asoció conmigo para reeditarlo dado que yo ya había lanzado algunos libros chilenos sobre la temática. Pero, además de ser la primera obra de ciencia ficción nacional, hay una serie de elementos que nos parecieron interesantes, a Videla y a mí, como por ejemplo, los viajes astrales, la idea del Andrógino Primordial, la fuerza de la memoria, y otros que como he dicho antes podrían hacernos pensar que Miralles perteneció a una cofradía hermética. Incluso desde una visión política, filosófica y hasta psicológica su obra es formidable. Miralles nos muestra un mundo como Júpiter, evolucionado en extremo, que analiza críticamente el comportamiento de los humanos, extrañándose los jovianos de que aún tengamos parlamentos, fronteras, fumemos, etc.

EA¿Sabes cómo fue recibida en 1877 cuando fue editada por primera vez?

Sergio Fritz Roa: Lamentablemente no hay información, salvo la buena crítica hecha en el Diccionario Biográfico mencionado y que en 1886 Miralles hizo otra edición, modificada y ya con su nombre civil (la primera solo señalaba su seudónimo Saint Paul).

EA¿Qué le llevo a recuperar este texto? ¿Cómo fue la tarea de reeditarlo? ¿Pretenden continuar exhumando libros olvidados como parte de su proyecto  editorial?

Sergio Fritz Roa: Quise rescatarlo junto a Videla porque vimos en este texto una potente novela que no solo podía ser interesante desde la cronología de la ficción chilena, sino que además, como un curioso viaje que incluye críticas descarnadas a la sociedad de su tiempo (que por lo demás no está muy lejos de la actual), realiza procedimientos psicológicos que se adelantan a la psicología freudiana y especialmente jungiana con la creencia en los arquetipos, etc. Me encantaría, por cierto, seguir reeditando otros textos chilenos olvidados, como por ejemplo, la obra de ficción de Juan Marín, quien es a mi parecer uno de los personajes más interesantes de Chile y que escribió en cuanto estilo conocido había: desde crónicas de viaje a ensayos freudianos; desde cuentos a lo Poe a novelas de crítica social; poesía vanguardista; libros sobre religiones; etc.

EA: Ud. ha hablado acerca de una tradición oculta en la literatura chilena, podría contarnos a que se refiere con esto, ¿qué autor u obras entrarían en ese canon?

Sergio Fritz Roa: Exacto. Hay un hilo dorado en la literatura nacional que une a una serie de autores, que tiene como denominadores comunes, en especial la preocupación por  Chile y su gente; que es abierto al saber esotérico o al menos espiritual; que abunda en símbolos sagrados; que es enemigo del mero arte-espectáculo y la fama; etc. En fin, que rescata lo que Miguel Serrano llamaba el Chile Mágico que yo opongo al Chile Mall. Es un canon proscrito en gran parte, pues es de vanguardia, independiente y fuertemente crítico al establischment político y religioso. Estarían allí obviamente Miralles y Serrano, pero también Roberto Rengifo, Luis Thayer Ojeda, Augusto D´Halmar, Pedro Prado, Juan Marín, Carlos de Rokha, los surrealistas (en especial Enrique Gómez- Correa y Braulio Arenas), etc.

EAPodría contarnos ¿cómo es para Ud., el actual panorama de la ciencia ficción en Chile: qué autores destaca y rescata, qué editoriales y proyectos?

Sergio Fritz Roa: Hay una especie de renacimiento de la ciencia ficción nacional. La Edad de Oro me parece que podría considerarse la época de Hugo Correa, Antonio Montero y Elena Aldunate. En especial, la década de los 70’ y primeros años de los 80’. Hubo, además de los libros de esos autores y otros menos conocidos, algunas revistas, algunas antologías del género. Junto a Luis Saavedra creamos la antología Poliedro, que aún continúa. Editamos el número 5. Allí hay una serie de escritores nacionales de gran calidad. La re-edición de algunas novelas de Hugo Correa por una gran editorial como es Alfaguara; el éxito de Ygdrasil, novela ciber-punk de Jorge Baradit; y otros hitos demostraría que este género goza de buena salud. Entre los escritores actuales me quedo con Armando Rosselot, quien tiene una pluma bien trabajada, ideas interesantes y que no intenta ser pretencioso. De tiempos pasados, por cierto, Hugo Correa (todo un monstruo, que el mismo Bradbury recomendaba), los cuentos de ficción de Juan Marín y la obra de Myriam Phillips, una periodista de la cual poco sabemos, de gran calidad. En Bajo los Hielos, siempre estamos editando autores nacionales de ficción, ya sea de narrativa o ensayo. Así lo hicimos con Patricio Alfonso en el Horror;  Omar Vega con su ensayo sobre cine y ciencia ficción; editamos Poliedro V; relanzamos “Desde Júpiter”. Ahora trabajamos en un libro de relatos míos de lo “Extraño” (“La Medusa y otras ensoñaciones”), un término que se diferencia del horror, por su amplitud y que describe situaciones de apertura de lo fantástico en el mundo cotidiano, generalmente monstruosas aunque no siempre. Robert Aickman sería el referente de este tipo de literatura. También trabajamos en una edición de la clásica obra de Robert Chambers “El rey de amarillo”  Ya se finalizó la traducción y portada;  ahora viene el proceso de realizar un prólogo crítico, diagramación, etc. O sea, proyectos hay y muchos.

Entrevista publicada en:

https://eanoticias.com/2016/04/04/hay-un-hilo-dorado-en-la-literatura-nacional/

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